Cogieron las tizas y ahora hace falta que no la suelten que sigan escribiendo y se mojen hasta mancharse, hasta ahogarse. Es bueno que los políticos empiecen ha asomarse para ver que hay tras ese muro con cristales aunque para ellos han debido de morir cuatro mujeres en un mismo día. Pienso que están un poco ciegos desde esas trincheras podridas que a veces dar el poder.
Digo unas trincheras podridas ya que los quicios de su estatus les alejan del día a día de la sociedad, se olvidan a menudo contemplar las nubes, se olvidan ver los nubarrones y buscan las soluciones en los atajos de los discursos, en los atajos de las propuestas, en los atajos de las leyes. Esperemos que el ciego empiece a ver aunque sea en blanco y negro
Ahora tras las elecciones y una vez que se desbrozado todas las hojas de la margarita todos deben de unirse en busca soluciones. Quizás se podría empezar en escuchar a las que sufre, incluso puede que a los que golpean, a los que ven esa violencia, a los que navegan entre los destrozos de la sin razón. No podemos asfaltar tan solo las autopistas y dejarnos los caminos ya que es seguro que dejaremos incomunicada a las mujeres.
Ahora mismo, una vez que una mujer maltratada da el paso de denunciar, da el paso de empezar a quitarse las mordazas que le atan se inicia un procedimiento donde se le dice muy rápido el hola y…el adiós. Eso debe de cambiar.
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